¿Qué significará el tiempo sin relojes?

sábado, 16 de octubre de 2010

Marlene, la ladrona de corazones.

Tenía el cabello oscuro y magia en los ojos. Decían que en sus labios podías encontrar el Edén.
Arañaban asfalto por ella. Bebían del alcohol de sus palabras, y soñaban con el bajo de su falda. Era un pequeño trozo de infierno. Ella era de esas mujeres que no recomiendan. De esas que te muerden el corazón. Decían que era salvaje, obscena.
Creo que prácticamente nadie conocía su nombre. Se hacía llamar Marlene, pero siempre reía y hacía constar que ese no era su verdadero nombre.
Mientras me arañaba el alma me contó que había amado una vez. Él era escritor. Uno de esos hombres de los que nunca llegabas a conocer más de lo que él quería mostrarte. Almas gemelas, afirmaba Marlene. Decía que aún llegaba a estremecerse al recordarle. Bajó la mirada y me confesó que el escritor se había ido con una prostituta. ''Qué te voy a decir. Ella no era menos de lo que yo soy ahora. Me acuesto con hombres, con mujeres, me subo la falda y recorro las calles sonriendo a extraños.''
Ese día conocí el secreto de Marlene. La entendí, supongo. Entendí que nunca conseguiría ser para ella como ese escritor. La chica a la que todos señalaban no era más que una muchacha con el corazón roto.
El once de octubre, llamaron a mi puerta. Le habían robado la vida igual que ella robaba corazones...

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