¿Qué significará el tiempo sin relojes?

lunes, 31 de mayo de 2010

Más. Mucho más.

Más que a la vida misma. Más que a los colores que me abren paso entre la multitud. Más que a la cara que se te queda después de un suspiro. Más que a la honestidad. Más que a la sensación de vivir de puntillas. Más que al huracán de letras que me hace explotar las ideas. Más que a la naturaleza incomprendida de mi pequeño gran ser. Más que al susurro del viento cuando pelea con las hojas de los árboles. Más que al pequeño recuerdo que siempre te saca una sonrisa. Más que a las sábanas que me arropan cada noche. Más que al grito de mi alma cuando me hacen estremecer. Más que al júbilo de las farolas al ser encendidas. Más que a las lágrimas de reencuentro. Más que a los proyectos de futuro, que te amenizan el presente. Más que al momento de buscar algo con la mirada, y encontrarlo. Más que a las sonrisas que me quedan por regalar. Más que al café de cada mañana. Más que al primer rayo de sol del día en el que nací. Más que al abrazo de tu mejor amiga. Más que al regalo que me sacó un par de lágrimas. Más que a la canción que siempre tengo en mi cabeza. Más que a todas las dedicatorias que puedas hacerme. Más que a la tranquilidad de mi casa. Más que a la muñeca que te ha acompañado desde que tenías pocos años de vida. Más que al sol que en la playa a veces te quema. Más que a la carta esperada de un ser querido que vive lejos. Más que a las margaritas que alegran el paisaje. Más que a las palabras que te hacen creer que alguien te entiende.
Pero como a lo inalcanzable. E incondicionalmente.

Yo no soy, yo seré.

Me estoy empezando a dar cuenta de la clase de persona que soy. Bueno, más bien de la clase de persona en la que me estoy convirtiendo. Yo no soy, yo seré.
Últimamente me ciega el ego. Mi amor propio es tan grande que podría taparme la vista que observo por la ventana. Pero no me creo mejor que nadie. Simplemente creo que todas las personas deberíamos ser egocéntricas, dentro de la medida adecuada (medida que últimamente rozo). No es justo para la persona tener que hacer feliz a alguien siempre. Debemos preocuparnos de ser felices nosotros, y eso estoy haciendo. Me estrellé mil veces intentando hacer feliz a alguien, y ya no quiero que me vuelva a doler.
Me estoy volviendo mi opuesto. Todos mis antiguos principios están cayendo por la ventana. Estoy pasando de ser luz a ser penumbra. Todo está cambiando en mi cabeza. Absolutamente todo. Y aunque debería asustarme, no lo hago. En realidad me gusta eso de mi ego. Ahora siento que puedo hacer todo lo que me propongo, que puedo comerme el mundo. ¿Es eso delito? Porque si lo es, estoy esperando mi condena. Ya he vivido en la cárcel de sentir mis ojos ciegos por tu amor, ¿qué podría dolerme? Nada.
Creo que me estoy convirtiendo en algo que me va a gustar. Me estoy volviendo a poner mi coraza, pero la coraza me evitó un par de disgustos. Desde que volví a ser débil, no he hecho más que estupideces. Y ella ya nubla mi corazón más de lo debido.
Sí, soy una egocéntrica. Pero mi ego no es malo. Simplemente es el cuidado a no ser pisoteada. No voy a ser mejor o peor persona por ello. La persona cambia, no su visión del mundo, ni su capacidad para hacer el bien o el mal.

Una de esas mañanas.

Una de esas mañanas en las que, sin ningún motivo aparente, te levantas con una sonrisa en el rostro. ''Creo que este día será distinto'' es el primer pensamiendo que tienes cuando abres los ojos. Sin más, vuelves a sonreír mientras desayunas. Y esa sonrisa es una señal de que el gris de tu mundo va a ser eliminado en breve. Sí, hoy vas a ser feliz. Tus preocupaciones se irán con la brisa que te despeina el flequillo.

¿Qué más da hoy todo? ¡Sonríe, y deja que el mundo se pregunte por qué! No dejes que derrumben los muros de tu alma.

¡Sal a la ventana y grítale al mundo que nada más te hará daño! ¡Que metiste todas tus lágrimas en un vaso y las tiraste al mar, donde nadie las va a encontrar!

Hoy, brillas. Hoy, vuelves a ser tú.
¿Por qué no subes por tu escalera hacia la luna? Tal vez te encuentres la felicidad por el camino.

sábado, 29 de mayo de 2010

¿La mejor forma de romperle el corazón?

Cuando me doy cuenta de que te estoy esperando, me río silenciosamente. La situación pasó de ser tensa a ser embriagadora. La verdad, nunca me paré a pensar en ti de ese modo. Nunca me percaté de que tus ojos brillan de una manera que incluso a distancia, hipnotiza. Eres dulce. Eres muy dulce. Lo sé por tu forma de darme las gracias cuando te aconsejo. Querido, no quiero que volvamos a lo mismo. No quiero entrar de nuevo en ese remolino de monotonía que es tu vida. No me apetece para nada dar vueltas en un decorado que siempre es igual. Porque aún sin ti, caigo en la monotonía, y me desespera. ¿Te imaginas como sería contigo? Me mareo solo de pensar en lo homogénea que sería mi vida. Por eso no quiero esperarte. Me iré, sí. Me iré y te dejaré tirado una vez más. Lárgate con ella, empaqueta toda tu monotonía y regálasela, si quieres, de mi parte. Odio tu tranquilidad. Odio que veas la vida pasar, y no hagas nada para aprovecharla. Por eso, dejaré de esperarte. Sacaré de mi corazón hasta el último aliento que llevaba tu nombre. Eh, lo siento. Te he dejado un paquete de celo encima de la mesilla de noche para que pegues tus pedazos.
Perdóname por mi cobardía. Te prometí el cielo... y sólo pude darte un puñado de tierra. Pero no debiste confiar en mí, dulce persona. Nunca confíes en quien te diga ''confía en mí''.
Tu excéntrica compañera.

Solté el papel que tenía entre las manos, y suspiré. ¿Monotonía? ¿Qué tenía en la cabeza esa zorra que siempre me abandonaba?
Miré hacia la mesilla, sin pensarlo, siquiera, y descubrí algo que me hirió totalmente. Había un paquete de celo en la mesilla. Y unas pastillas para la jaqueca. ¿Quién se creía?
Y me volví a quedar solo, mirando las manchas de café que resaltaban en el papel que tenía delante de mis pies... Y sus besos siempre a cuestas.

jueves, 27 de mayo de 2010

Amor/Odio.

Estos últimos días he cambiado tanto de opinión, que tal vez mañana me levante y te odie. No me sería tan difícil, la verdad. Amar, odiar, ¿qué más dará? Son dos sentimientos realmente obsesivos. Y te queman tanto por dentro, que parece que te saldrá humo del pecho.

Creo que incluso sería mejor odiarte que consumirme en tus palabras de hierro. Porque no puedo más con ellas. Son como un balazo. Exactamente como un balazo... pero de los que no matan.

¿Sabes? si miras tanto al cielo, acabarán saliéndote alas. Y a mí me acabarán poniendo una camisa de fuerza, ya lo verás.

Sí, te quiero por tu perfección. Te quiero por tu forma de hacer que las palabras se vuelvan como de azúcar. Te quiero por ser el conjunto de cosas que siempre me agradaron.

Sí, te odio por tus aires de superioridad. Te odio por hacerme quererte. Te odio por colarte en mis sueños, y en ese órgano que tengo en el pecho.

Te quiero. O te odio, no sé.

Hazme el favor de dejar de endulzarme la vida (a veces), para que pueda odiarte del todo.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Tranquilidad absurda.

Hoy, puedes oler la tensión como si de perfume se tratara. Todo está quieto. Incluso fijándote, sólo podrías apreciar el movimiento de tu pecho al respirar. Hoy, no hay pájaros que canten, ni abejas persiguiendo la flor que tienes a tu lado (tu única compañía ahora mismo).

No has hecho otra cosa que pisotearme desde que llegaste, ¿te has dado cuenta? Tal vez por eso estoy sola en medio de esta absurda tranquilidad.

La primera vez que te vi, no pude imaginarlo, de verdad. Me pareciste... normal. No pude imaginar que acabaría... así. Intentando darme cuenta de qué hay en tu mundo. Y me he dado cuenta, querida, de que tu mundo es como esas nubes que anuncian una tormenta. Gris. Siempre.

Y me vuelvo más irracional cada segundo que paso oliendo la tensión. Y me vuelvo el as de corazones en mi baraja de cristal. Y me vuelvo una gota de lluvia que no sabe a quién mojar. Y me vuelvo, otra vez, una margarita que pisas sin darte cuenta en tus paseos por la nada.

Y tú con tu boca, en cualquier bar de copas, regalando besos, perdiendo la ropa, ¿no ves mi derrota?

martes, 25 de mayo de 2010

9110/Memories.

Me dices que me quieres, de pronto. ¿Qué voy a hacer contigo...? Eres la persona más bipolar que conozco, ¿lo sabías? Y también la más dramática, dicho sea de paso.
Pero aún así, te quiero. Pase lo que pase. Sea como sea.
Quererte es como respirar... a veces puedo controlarlo, pero casi nunca me doy cuenta de ello. Quererte me cura las heridas, sí.
¿Qué voy a hacer sin ti, después...? ¿Qué haré cuando dejes de necesitarme? Porque sé que me necesitas... nunca había pensado que lo harías. ¿Cómo puedes necesitarme? ¿Cómo puedes hacerme feliz sin darte cuenta?
Gracias por ser cada uno de los latidos que me dan vida.
Quiero que te quedes siempre en mí. Quiero que me abraces y no me sueltes más... Quiero que este febrero, que promete ser fugaz, se prolongue hasta límites desconocidos por ti y por mí. Quiero que seamos un ''nosotros'', siempre. Quiero que el color de tus ojos me conduzca a la luna, para dormirnos en uno de sus cráteres. Quiero ver el mundo a través de tus ojos. Quiero que mis dedos se pierdan en el marrón de tu cabello. Quiero mirarte tan de cerca que me llegue a estremecer. Quiero tantas cosas que la distancia me impide... Pero por ahora, me basta con que te quedes conmigo.
Ah, te quiero.

Porfavor.

Necesito gritar. Necesito liberar toda mi ira, no puedo esconderla más... ¿Voy a acabar como esas personas que odian al mundo? No quiero... no quiero verlo todo gris. No podría soportar que me cegara el odio, y dejar de tener esa visión del mundo de la que estoy tan orgullosa.
Mete todas tus estupideces en un jarrón, y tíralo por la ventana. Porfavor. ¿Puedes meter también mi corazón? No lo necesito (o no quiero necesitarlo). Porfavor.
Estoy harta, de verdad... Estoy harta, y decepcionada.

Tú, que no me dejas en paz ni a tiros. Que cuando creo que todo está bien, apareces.
Tú, que... sin comentarios.
Tú, que no dejas de entrar y salir de mi corazón, como si fuera tuyo.
Y todos ustedes, que no dejan de hacer que me den ganas de patearos la cara.
¿Me dejáis todos en paz? Porfavor.

Que no puedo más... Que sólo quiero gritar y salir de aquí... Que me estoy volviendo demasiado sensible últimamente...



lunes, 24 de mayo de 2010

Al final, acabarás ahogándote en tus miserias.

¿Creías que ibas a poder arreglarlo todo? ¿Creías que ibas a poder juntar los pedacitos de mí que habías hecho caer al suelo? Para tu información, ya los junté yo hace mucho tiempo.
Para mí no eres más que recuerdos. Recuerdos que tengo asumido que no voy a volver a vivir. Así que, por más que pudiera/quisiera, no. No voy a volverme estúpida otra vez por ti. No voy a sacrificar mi orgullo.
Pero, ¿sabes lo peor? Siempre que digo: ''ya puedo estar sin él, no le necesito'', apareces, como de la nada. Apareces y te dedicas a amargarme... ¿es esa tu aspiración en la vida? ¿Amargarme?
Al final, acabarás ahogándote en tus miserias...

domingo, 23 de mayo de 2010

Tal vez ella no merezca estar entre la gente.

Tal vez algún flechazo le devuelva la vida más tarde. Tal vez... sólo tal vez, ella llegue a sentirse como el resto del mundo, a sentir la brisa revolviéndole el pelo, y sus dedos rozando la corteza de algún árbol. Pero por ese tal vez ella no estaría dispuesta a sacrificar el silencio que le da la paz necesaria para mantenerse cuerda.

Tal vez se maree entre la gente. Tal vez no se mereza ser una más; lleva demasiado tiempo en la prisión que es su vida para saberlo.

Sí, su vida es una prisión. Su vida es como esa bola de cristal, con un oso dentro, que si la giras, nieva. Ella es el oso, sola en un mundo imaginado. La nieve son los trozos de su juventud que se revienta y caen sobre ella.

Vives en una esfera de repeticiones. Das vueltas y vueltas, y tú te mareas.

sábado, 22 de mayo de 2010

¿Por qué dejas que te abandone el invierno, Juliette?

A ella siempre le había agradado caminar por el campo nevado. La nieve era paz, y ella necesitaba eso ahora. Quería sentirse sola entre la pureza de la nieve virgen.

Realmente, estaba enfadada consigo misma. El año iba a acabar, y no había hecho nada de provecho. Se dio cuenta de ello cuando la navidad comenzó a poblar las calles, anunciando que otro año más, estábamos vivos.

Ahora se limitaría en hacer un muñeco de nieve que nadie vería jamás, y dejar que se derritiera, como los propósitos que escribió el año anterior en un papel... y como sus sueños.



Y mientras sus huellas le mostraban el camino de vuelta, se dio cuenta de que por allí había otro muñeco de nieve.

¿Por qué dejas que te abandone el invierno, Juliette?

¿Vas a pintar el otoño, Juliette?

Sus dulces mentiras comenzaron aquel día de otoño.

Aquel día en el que las hojas muertas parecían saludarte a los lados de la carretera. Aquel día en el que al levantarte, pensaste: ''hoy es MI día'', aunque no supiste exactamente por qué hasta la noche.

Tal vez nunca vuelvas a ver los colores del otoño tan brillantes como aquellos. Para remediarlo, ¿vas a coger un pincel y los barnizarás con falso brillo, como siempre?
Hazme el favor de no quedarte esperando la lluvia otoñal otra vez, querida...


¿Vas a pintar el otoño, Juliette?

¿Te gusta el olor a verano, Juliette?

Una mañana te levantas, como todos los días, pero te das cuenta de que algo ha cambiado. ''¿Por qué huele todo a verano hoy?''.


De pronto, empiezas a plantearte que has dejado escapar los meses por los espacios que hay entre tus dedos.


¿Dónde quedó ese enero que te teñía la vida de verde esperanza? ¿Dónde quedaron sus celos y su inocencia, que te hacían quererle, así, sin más? Tal vez él no hacía otra cosa que introducirte en la rutina, pero era una sensación agradable.


¿Y te percatas de ello ahora, querida, cuando te das cuenta de que no volverás a llevar su alma a la espalda?
También el olor a verano te recuerda que nada dura eternamente... Pero, ¡eh! Odias la monotonía. O eso dices. Yo sé que bajo esa máscara, buscas algo que te estabilice. Algo que vuelva tus andares más tranquilos.
¿Te gusta el olor a verano, Juliette?

viernes, 21 de mayo de 2010

¿Cómo perdiste la primavera, Juliette?

Era un día solitario, y el otoño lo inundaba todo. Ella sentía el pesar de esto en cada paso que daba, en cada suspiro, en cada respiración. Le pesaban los pies, como si llevara piedras dentro de los calcetines.


Pero, ¿qué más podía hacer? No le importaba que le pesaran los pies. Sólo se centraba en algo: encontrar la primavera que había perdido.



Y la habría encontrado, ¡sí! Si andara por los senderos de su cabeza, la habría encontrado.
¿Cómo perdiste la primavera, Juliette?

miércoles, 19 de mayo de 2010

Del revés.

Así me tenías, completamente del revés. Cuando me dijiste ''yo... te quiero'' tuve miedo de que el corazón me fuera tan rápido que me explotara el pecho. Me daba igual todo en ese momento, sólo me importaba la calidez que me inundaba de pronto. De hecho, era tan abrumadora la sensación, que no te contesté hasta pasados un par de minutos.


De pronto mi felicidad se multiplicó (y mira que ya era bastante). ''No soporto lo que te hizo él, yo nunca te haría eso'' doce palabras que me abrieron el cielo. En doce palabras hiciste que, efectivamente, me reventara el pecho.

No podrás llegar a imaginar lo que sentí con cada ''te quiero'' y con cada ''mi vida''. Nunca lo vas a imaginar. Nunca vas a sentir ese soplo de aire gélido, que se vuelve cálido después. ¡Nunca te vas a ver del revés por doce, o dos, o tres palabras! y si llegas a verte del revés, por mi no será, ya tuve mi ración de calidez.

¿Pero sabes que me ponía también del revés? 8000 kilómetros que había (y hay) entre tú y yo.

Del revés, separados por 8000 kilómetros, pero estábamos felices, y punto.
Mentiría si dijera que te echo de menos, mi escalera hacia la luna.

martes, 18 de mayo de 2010

¡Un chorro de optimismo!

Que no, que no soporto tus ''ay, la vida no vale para nada, vamos a morirnos de todas formas''. ¿Qué mas da que vayamos a morirnos? Entonces, ¿no disfrutas oyendo una canción, porque ésta vaya a terminar?

Cada día de tu vida puede ser un color en tu arcoíris. O una de esas nubes que siempre están tapando el sol. ¿No crees que el arcoíris merece la pena?


Ríete de la vida, ¡y de Cupido!

lunes, 17 de mayo de 2010

Un trocito de mí.

-¿Y tú, cómo eres? ¿Cómo te sientes, chica? -Preguntaste, y no supe que contestar, hasta hoy.

¿Que cómo soy yo...? No tengo una definición clara sobre mí misma, la verdad. A veces soy lo opuesto a mis creencias, y otras veces me vuelvo mis creencias.
Un día puedo sonreír de oreja a oreja, tanto que me duelan los labios. Al día siguiente, tal vez se me esté cayendo el mundo encima, aplantándome (y a mis principios). Y después, otro día puedo odiar a todo el mundo, sí.
¿Qué si soy bipolar? No, no lo creo. Tan sólo me aburro rápido.

¿Qué como me siento...? Tampoco tengo una definición clara sobre mis sentimientos. Dentro de mi cerebro (o corazón) hay un huracán que arrasa con todo lo que me hace sentir cómoda. Y de vez en cuando, un par de terremotos me sacuden el cuerpo, haciendo que todo vuelva a su sitio.
Creo que para definir mis sentimientos sólo puedo usar una palabra: Desastre. Pero es un desastre que me resulta agradable.

Tal vez puedas apreciar mi huracán si me miras directamente a los ojos. O tal vez, de pronto, aprecias el odio que no me atrevo a desquitar con nadie.




Espero que te haya quedado un poco claro quién (y cómo) soy. Porque a mí no.

Firmado: Las sonrisas que me quedan por dedicarte.

domingo, 16 de mayo de 2010

98% de mí.

¿Se puede saber por qué y cuándo dejé de ser la cara sonriente entre las caras largas?


Sea lo que sea, ¡terminaron mis ''vacaciones''! Otra vez vuelvo a ser tan feliz que siento que puedo hacer cualquier cosa yo sola. ¡Y que lo oiga el mundo! Vuelvo a la carga.


Porque te prometí que nunca me iba a cansar de sonreír, y últimamente mi sonrisa se veía demasiado cansada para mi gusto. Y al contrario que tú, yo cumplo mis promesas (casi) siempre.
Me ha costado, pero ya no te necesito. Ahora sólo necesito la brisa que acompaña mis suspiros y se los lleva, y como no, todas esas caras tristes que pienso alegrar.

Te diría que encantada de conocerte, Lw, pero estaría mintiendo.

98% de mí.

Por todo: Gracias. Gracias por devolverme el 98% de mí con tu ausencia.

viernes, 14 de mayo de 2010

Tú, como siempre, perfectamente imperfecta.

Me alegra que seas así.


Me alegra que hagas salir a mi álter ego hasta tal punto, que no sé dónde termina la luz y empieza la oscuridad.

Grito fugaz.

Quiero que me digas ahora mismo qué pasaría entonces. No voy a dejar que sigas con rodeos: Dímelo, y punto. Dime que pasaría si te digo que me estremezco cada vez que mis ojos persiguen tu figura indecisa. ¿Y si te digo que tus ojos inundan mi mundo de frío?
Tengo mucho miedo, ¡sí! Intento ocultarlo con mi sonrisa (ultimamente cansada), pero tengo tanto miedo que a veces quiero ponerme a gritar. Me da miedo que haya podido llegar a este extremo, y que me sienta incapaz de pasar una semana sin verte ahí. Tal vez debería hacer eso, sí: Debería gritar. Pero, ¿y si sólo me sale tu nombre en ese grito fugaz?
¡Me da miedo decirte tantas cosas, que no salgo del ''qué tal''!
Nunca pensé que acabaría... así. Gritando por dentro, porque no me atrevo a gritar bien alto. ¡Y de nuevo tú te abres un hueco en mi corazón, sin enterarte si quiera!

jueves, 13 de mayo de 2010

Pienso...

Pienso que la vida sí que tiene sentido. Que aunque lo malo te atrape y no te deje respirar, ¿por qué no te emborrachas de alegría, y ves lo bueno doble?
Pienso que las mañanas son dulces ahora. Debería agradecérselo a toda esa brisa que me revuelve el pelo cuando salgo por la puerta.
Pienso que llorar sólo es perder el tiempo, y pienso que tú lo sabes. Lo sabes, pero sigues teniendo las pestañas empapadas.
Pienso que no merece la pena buscar un camino. ¿Por qué no sigues tu instinto?
Pienso que podría perderme en la intensidad de tu persona. Pero perderme significaría estar ausente del mundo un tiempo.
Pienso que el marrón de tus ojos simboliza el café que te tomas para no dormir, porque tus ojos quitan el sueño.
Pienso que me dan igual las historias de la gente si no hablan de magos y dragones. Pero aún así debo escucharlas, no sé.
Pienso que hay tantas cosas por vivir, que te faltarían dedos para contarlas por millones.
Pienso que tal vez nunca encuentre mi sitio, pero que los sitios provisionales también son magníficos.
Pienso que si cierro los ojos cuando no debo, puedo quedarme dormida y caer otra vez en tu apatía.
Pienso que en la distancia nadie será distante.
Pienso que me gustaría saber lo que pasa en todos los lugares del mundo, mientras yo escribo esto.
Pienso que estoy cansada de soñar despierta. Pero por ello no voy a dejar de hacerlo.
Pienso que tu forma de mirar debería ser ilegal.
Pienso que... deberíamos dejar de pensar tanto, y poner las ideas (que se puedan) a funcionar.

Ya has visto qué hay en mi cabeza. ¿Me dejas leerte la mente un par de minutos?

miércoles, 12 de mayo de 2010

Una J indiferente, una K que se sienta en el suelo.

...Aunque hundirte en su indiferencia sea una sensación tan dulce. Porque admitelo, lo es. Es como tu droga personal: No puedes dejar de consumir sus palabras indiferentes.

¿Y qué más da, si te duele?

El dolor significa que está ahí. Y una existencia sin su electricidad poniéndote los pelos de punta, no es existencia.



Porque sí: Porque seguirás esperando su indiferencia en este parque. Porque puede que suene absurdo, pero te gusta como se acaricia el pelo. Porque puede sonar a tonto, pero te gusta esa sensación en tu estómago.

Porque sí: Porque le quieres, y punto.

Por eso seguirás esperando su indiferencia en este parque.


lunes, 10 de mayo de 2010

Eres como...

Tan eléctrico que podría poner los pelos de punta a cualquiera. Tan magnético que parecía desplazarme como un imán. Tan frío como una bola de nieve que se derrite lentamente en tu bolsillo. Tan cálido como esa sensación que te inunda después de un largo suspiro. Tan... como tú.


Porque eres como romper el cristal que te cortaba el paso hace unos pocos segundos.

¡Y yo me había prometido no querer romperlo!

My soul

¿Algo malo? Que los pedazos de mi alma fueron a parar a tu bolsillo.

¿Lo peor? Que no se me ocurre un sitio mejor para guardarlos.


sábado, 8 de mayo de 2010

Explosión.

Otra vez me haces caer en esta locura que es quererte. Otra vez me haces sentir que me derretiré si vuelves a mirarme. Otra vez vuelven las máriposas a mi estómago, aunque confusas.

Terminarás haciendo que explote, y que me rompa en pedazos con tu nombre escrito en cada uno. Una explosión de letras, euforia y alegría.


Harás que explote, Juliette.

viernes, 7 de mayo de 2010

Bear.

Cuando tú pasas cerca, se me hace difícil respirar, sí. Cuando pasas cerca no puedo evitar perseguirte con la mirada. Y por si la persecución no fuese poco, mis manos tiemblan de pronto, y mis dedos buscan en mi pelo un rizo que estirar.


¡Porque tal vez esta vez el arcoíris sí me lleve hasta ti!

Seré como el oso de peluche que te observa desde la estantería.

jueves, 6 de mayo de 2010

...



Vamos a olvidarnos de la soledad, y de las incorrecciones. Olvidemos todo lo que nubla nuestro corazón, dejémoslo limpio y brillante, como si fuera de cristal. Para así poder andar por la cuerda floja del amor sin tropezar por el peso de lo gris. ¡Sé feliz!


Olvidémonos hasta de olvidarlo todo.
-De verdad eres la persona más sincera que conozco.

miércoles, 5 de mayo de 2010

De trapo

-Tú eres mi dulce marioneta. Cuando yo quiera que andes, andarás. ¿O crees que podrás escapar de mí? Sin mí tus hilos caerán al suelo y tus extremidades se volverán débiles. Débiles como tu corazón. ¿De verdad crees que puedes escapar de , que me he preocupado por ti, ayudándote a andar? ¡Eres estúpida! -Cortó uno de los hilos, y mi brazo cayó al suelo.- Esto, ¡esto es lo que te pasará con todo tu cuerpecito si me abandonas!


Se marchó de la habitación, y me dejó ahí, tumbada. Nunca pude andar por mi misma. Ni andar, ni moverme, básicamente. Por muy mal que mi dueño me tratara, por mucho que me amenazara, era verdad: él era mi vida entera, porque él hacía que pudiera moverme, al compás de los chasquidos de su lengua.


He llegado a querer a mi amo, pues él es quien hace que mi mundo gire como el resto.



Dulce marioneta de trapo,

ven y anda para mí otra vez.

Deja que mis dedos manejen tu vida.

Sabes que sólo así tendrá sentido, ¿no?

BWORLD

Es un mundo distinto. Ahí tu dolor no significa nada, tu dolor se desvanecerá como lo último del caramelo dentro de tu boca.




Porque un lugar donde se fusionan la noche y el día, no tiene la capacidad de albergar dolor alguno.
My Beautiful World

domingo, 2 de mayo de 2010

Peace.

Calmabas mis guerras internas, me llenabas de paz, y de estabilidad.
Y por eso me cansé de ti, aunque parezca extraño. Quiero comerme la cabeza buscando algo en lo más profundo de mi ser, quiero viajar en un barco lleno de dudas, quiero sentir como puedo explotar de euforia (euforia, no tristeza, ni ira, ni nada de eso), quiero ver los fuegos artificiales de mi ego al revelarse, quiero pegarle un tiro a la paloma blanca de mi paz.
Quiero... que me abraces y me agites y me tires y me enciendas y me alegres y me ames, pero sin que me llenes de esa paz estúpida.