...Aunque hundirte en su indiferencia sea una sensación tan dulce. Porque admitelo, lo es. Es como tu droga personal: No puedes dejar de consumir sus palabras indiferentes.
¿Y qué más da, si te duele?
El dolor significa que está ahí. Y una existencia sin su electricidad poniéndote los pelos de punta, no es existencia.
Porque sí: Porque seguirás esperando su indiferencia en este parque. Porque puede que suene absurdo, pero te gusta como se acaricia el pelo. Porque puede sonar a tonto, pero te gusta esa sensación en tu estómago.
Porque sí: Porque le quieres, y punto.
Por eso seguirás esperando su indiferencia en este parque.
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