¿Qué significará el tiempo sin relojes?

miércoles, 26 de mayo de 2010

Tranquilidad absurda.

Hoy, puedes oler la tensión como si de perfume se tratara. Todo está quieto. Incluso fijándote, sólo podrías apreciar el movimiento de tu pecho al respirar. Hoy, no hay pájaros que canten, ni abejas persiguiendo la flor que tienes a tu lado (tu única compañía ahora mismo).

No has hecho otra cosa que pisotearme desde que llegaste, ¿te has dado cuenta? Tal vez por eso estoy sola en medio de esta absurda tranquilidad.

La primera vez que te vi, no pude imaginarlo, de verdad. Me pareciste... normal. No pude imaginar que acabaría... así. Intentando darme cuenta de qué hay en tu mundo. Y me he dado cuenta, querida, de que tu mundo es como esas nubes que anuncian una tormenta. Gris. Siempre.

Y me vuelvo más irracional cada segundo que paso oliendo la tensión. Y me vuelvo el as de corazones en mi baraja de cristal. Y me vuelvo una gota de lluvia que no sabe a quién mojar. Y me vuelvo, otra vez, una margarita que pisas sin darte cuenta en tus paseos por la nada.

Y tú con tu boca, en cualquier bar de copas, regalando besos, perdiendo la ropa, ¿no ves mi derrota?

No hay comentarios: