Lo
que hago es ser un perro: dormir en mi colchoneta, lamerme el cuerpo, llorar si
no me miras. Si no me miras, llorar: tú eres el sello de la vida: tú imprimes
en mí la vida. Otros sospechan la marca; otros sospechan, me escrutan, dicen
saber hacia dónde van mis piernas. Lo que hago es ser un perro: no me dirijo a
ninguna parte; vago por el tiempo, por las pasarelas, por platos infinitos de
comida reluciente; vago y ronco, duermo sobre el césped, me trago las plumas de
los cernícalos: raspan mi garganta y esa es la marca de la vida. Contraseña
secreta: un asentimiento, un brebaje, el pitido que late en mi teléfono móvil.
Lo
que hago es ser un perro: Polillagris, un perro: de ti lo requiero todo, de ti
lo espero todo, lloro si me castigas y mojo las baldosas; mojo y empapo las
baldosas, dibujo el camino que me niego a trazar, vago y vago y no quiero tener
casa: no quiero hogares ni cuerpos ni espejos si tengo la marca de la vida, el
sello de la vida, si otros sospechan la marca pero no conocen la contraseña
secreta de la marca. Tengo el poder: rezo por el poder: conozco el poder y doy
vueltas sobre él porque quiero acomodarme. El cabello que se desprende es un
regalo; debes apreciarlo, porque tú me miras: eres el sello de la vida:
imprimes en mí la vida.