¿Qué significará el tiempo sin relojes?

miércoles, 2 de noviembre de 2016

049

para decirte que ya no. para decirte. que. ya. no. que me he cerrado. que mis dientes son cemento. y calibrarte. dime: ¿qué sientes, qué sucede en ti si cubro con mis manos el espacio en el que siempre intentamos dormir? voy a contar todas las veces que he querido besarte. voy a hacerme con ellas un collar. para llevarlo al cuello, para saber que puedo llevarlo al cuello. para dejarlo en casa. y decirte. que ya no. ¿sabes que en algún lugar de mi cabeza

la niña que fui la primera vez que me miraste entre el humo

llora de pánico?

¿sabes que en algún lugar descansan las manos que te tocaban? ¿que hay un hueco o un pozo o una celda en la que mis pies se miran (bizcos) y tiemblan por ti? por ti, trozo de espuma. por ti, grieta del día. la niña que fui. no la niña que era: la que fui en ese instante, la que surgió a través del llanto hueco de tus ojos. la que murió por la noche, muy tarde, entre estertores. como una fábula. como un dato impreciso que logró definirme. definirme ante ti, muralla imposible. muralla

imposible.

para decirte que ya no importa. que puedes marcharte (si lo deseas. si te aprieto. si te aprieta que te suelte: en realidad creo que te ahogarán mis manos lívidas, que te asfixiará la apertura de mis dedos). después de las explosiones y mi miedo y este cuerpo

fatigado y dolorido y harto de contar las ganas de tocarte

viene, creo, la vida.

y para vivir tengo que romper a la niña, que comerme a la niña. que torturar a la niña. o hacerle el vacío, llanto cansado. o hacerle el vacío. 






















(no te preocupes. sigo siendo la misma)

No hay comentarios: