¿Qué significará el tiempo sin relojes?

miércoles, 26 de enero de 2011

Dícese de un día ochenta y cuatro.

¿Sabes que cuando me miro los pies me acuerdo de ti? No sé por qué será, tal vez porque hemos hablado de zapatillas tanto como de otras cosas.
Y sólo puedo decir que es injusto, ¡tan injusto! Somos... éramos... almas gemelas. Pero nos separa un oceano. A veces me preguntas por qué nos colocaron así, y yo pienso que son estrategias del destino. Sin toda esta distancia, ¿crees que nos habríamos conocido y nos habríamos querido como nadie?
Pero las cosas cambian, las peronas también, y las relaciones se oxidan, ¿sabes? Así, lentamente, nos fuimos alejando, el hilo plateado se fue tensando, y ahora no sé si está roto del todo.
No soy de te quiero fácil pero... te quiero, duende púrpura.

No hay comentarios: