¿Qué significará el tiempo sin relojes?

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Días después.

Ellos no tienen miedo, no se esconden.
Y cuando llegan los lamentos, sólo los omiten y vuelven a lo de siempre, para no estancarse y mantenerse cuerdos.
Son oscuros, pero la luz los guía.
Él agitó los brazos con fuerza al verla llegar de lejos, con el abrigo rojo y los zapatos negros. Ella siguió andando sin inmutarse, como si no le viera. Se apoderó de él una sensación cálida y fría la vez. Cuando la tuvo cerca le acarició la mejilla con la mano izquierda e Isabella bajó la mirada.
Se sentaron en la mesa de siempre y pidieron lo de siempre (una Coca-Cola y un muffin de chocolate para cada uno).
Rob la observaba comer, unas pequeñas migas marrones bailaban alrededor de los labios de Isabella, ella miraba la tele y mostraba una sonrisa casi imperceptible.
Entonces, por debajo de la mesa, Rob cogió la mano de Isabella y se creó un silencio -coincidencias de esas que sólo pasan una vez- en la cafetería. Los dos rieron a carcajadas, supongo que para romperlo.
Malditos tontos, no saben lo que están haciendo...

No hay comentarios: