¿Qué significará el tiempo sin relojes?

domingo, 22 de enero de 2012

RZ

-Joder, Roxanne, no puedo. ¿No lo ves? No soy capaz de tener la confianza suficiente en nadie que no sea él, nunca seré capaz de volver a romper la barrera invisible que separa las almas de las personas.
-Sabes que sí.
-¡No! No me digas que sé que sí porque eso no te lo crees ni tú. ¡Entiéndeme! ¡Tienes que entenderme!
-Céntrate. Piensa. No es para tanto.
En ese momento sentí que parte de mis conexiones con ella se quebraban y se replegaban hasta llegar al punto en el que habían comenzado. Deseé que eso no fuera más que mi rabia contenida mezclada con el hecho de que no consiguiera comprenderme ni yo misma, porque si soy sincera, en ese momento me sentí terriblemente sola.
La decepción se expandía dentro de mí como si hubiera explotado.
-¿Nunca te ha pasado esto, verdad Rox?
Ella asiente poco convencida y me doy cuenta de que cierra los puños, detalle que me indica que le he hecho recordar algo que no debía. Omito mi casi palpante decepción y la abrazo. Ella llora.
Y así, como siempre, las cosas vuelven a su ciclo natural y termino yo siendo la que escucha cuando quiero ser yo la que intenta soltar toda la tristeza por la boca.

(Sólo quiero recordarte que dejes de cagarla...)

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