Las mejores historias son las que hablan de lo que no cuentan, ésas que tienen otras letras impresas en los márgenes y entre los huecos de los renglones. Las mejores historias son las que dejan rendijas, grietas pequeñas por las que descubrir qué es lo que se mueve dentro de todo.
¿Qué significará el tiempo sin relojes?
jueves, 16 de diciembre de 2010
Heart project.
Es que no comenzó así. Quiero decir, por mi parte comenzó así, por la suya comenzó ese día catorce de mi abatimiento. O tal vez el primero. Empezamos a jugar a querer y ser querido y terminamos jugando a herir y cubrirse. ¡Qué mes aquél! Bailamos al compás del tiempo y bebimos mar... soñamos de la mano o eso pareció. Tal vez me mienta el subconsciente y nada fue así. Quién sabe. Parecía que el mundo se descolgaría de su hilo invisible y caeríamos. Me pareció que la tierra ya no me sostenía del mismo modo si no estaba para ayudarla. ¡Qué triste! Se llama dependencia, cariño, se llama quererte, se llama tropezar. Tropezando nos volvemos de hierro... o de papel cebolla.
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