¿Qué significará el tiempo sin relojes?

miércoles, 5 de junio de 2013

el arte de sentir

Y, quién sabe, tal vez todo esto sea una tontería. Pero un día -uno bueno- me di cuenta que sientes demasiado. El hecho de que me dé cuenta verifica precisamente mi teoría; a veces, y sé que sin querer, los sentimientos se te agolpan -muy ruidosos- en el filo de los poros y tú, incapaz de guardártelos de nuevo, los dejas salir. Ellos ascienden libertarios por el aire que ocupa el radio de acción de todo tu ser; suben, corren, galopan, te marean. Y es que cuando quieren salir y fluir y volar por el mundo como pájaros que no tienen alas ni plumas, cuando se amarran la cuerda y la lanzan al exterior esperando que se agarre a cualquier roca más dura que tú, justo en ese momento, crecen. Crecen, lo hacen deprisa y sin pausa, crecen corriendo, como sólo ellos saben hacerlo; se multiplican y brotan de lugares insospechados y se unen con la cinta adhesiva del autoengaño. Y entonces, de repente, ya no caben dentro de ti. Lo único que puedes hacer es dejarlos salir. Es en ese momento cuando dejas patente que eres de sentir y callar, de guardártelo todo en los bolsillos que el cuerpo no deja ver y, cómo no, sentir. Sentir mucho en poco tiempo.
¿Podría alguien, en una de esas fugas sentimentales, robarte un pedacito de eso que dejas ir con facilidad y fragilidad? Yo querría. Tal vez para comprobar cómo es sentirlo todo de golpe y seguir teniendo tiempo para aparentar que aquello que te oprime los párpados no es más que creatividad. Querría. Pero no tengo pasamontañas ni saco; sólo tengo córneas y un sueño por el que mereció la pena pasarse la vida en una eterna fase REM (Rapid Eye Movement, quizá lo que me haría falta para robar algo que va más deprisa que yo). ¿Podría yo recibir un poco de ese sentir, de ese dolor agudo, y guardármelo para siempre como un souvenir del interior de tus costillas? Querría.

2 comentarios:

I.R.H dijo...

¡Oh, monseñor!
Hablamos de los mismo...
Muy bonito, buen punto de vista.
Si no se pasa lo que se siente por alto, es fascinante. 8) :P

Caótica dijo...

Jaja, genial, será que la noche da para eso. Muchísimas gracias.
Por desgracia, no hablo de mí. Yo sí que lo paso por alto. No tengo sentimientos fascinantes, entonces.
Besossss y sigue escribiendo, que tienes aquí una fiel lectora =)