Y joder, joder, joder... Hoy me levanté de la cama, y puse los pies en el suelo, y desdoblé las muñecas, y ya no era la misma.
Voy aprendiendo, tal vez.
O creciendo.
Y quizás me equivoque, quizás me equivoque siempre, porque puede que me haya torcido en algún punto del camino, así, un poquito, y puede que esa ínfima desviación me lleve a chocarme alguna vez con las líneas que tendrían que ser paralelas a mi cuerpo. Quizás me equivoque, pero no importa.
Qué coño
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