¿Qué significará el tiempo sin relojes?

sábado, 19 de enero de 2013

El poder de las palabras.




Aquellas palabras se convirtieron en espíritu y, aunque nacieron de la nada, vivieron siempre en la inconsciencia de personajes ajenos a la causa de su vida. Aquellas palabras no quisieron ser tema de conversación, solamente parte de la misma. Pero yo no tengo miedo ni paciencia y la noche es demasiado corta para detenerse a pensar. Y ocurrió: las palabras se volvieron líquidas y fluyeron por sus propias cañerías.
La frase más breve el mundo llevó consigo la peor decepción de todas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Escribe, guarra