¿Qué significará el tiempo sin relojes?

domingo, 6 de enero de 2013


Tú, con la mirada vacía y el corazón roto. Yo, con la mirada rota y el corazón vacío. Llegamos, con olor a adivinanza y los nervios a flor de piel. Me transformas en una versión de mí que nunca he entendido, me invitas a leerte la mente un rato y después, de la nada, cierras las puertas. Y me dejas así, electrificada, con algo dentro de mí que me golpea para poder salir. Me frenas en seco y lo único que hago es mirarte, así, rota. Y soy yo la difícil. Soy yo quien es imposible de leer, quien tiene mil caras y te hace daño. 
Por desgracia, ninguna historia tiene cara B.

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