¿Qué significará el tiempo sin relojes?

domingo, 11 de octubre de 2015

de ti y no de mí


"No quisiera que lloviera
te lo juro
que lloviera en esta ciudad
sin ti
y escuchar los ruidos del agua
al bajar
y pensar que allí donde estás viviendo
sin mí
llueve sobre la misma ciudad
Quizá tengas el cabello mojado
el teléfono a mano
que no usas
para llamarme
para decirme
esta noche te amo
me inundan los recuerdos de ti
discúlpame,
la literatura me mató
pero te le parecías tanto"
Cristina Peri Rossi


Chica de ojos lluviosos, quiero mezclarme con tus charcos. Ser agua de tu agua, sentir tu respiración clavada en la piel, nadar. Dejar de verte lejos. Fuera de mis manos. Tejiendo la noche, clavándote en el pecho una luna más azul. Siempre te espero más allá, más difusa, menos clara. Nunca seca, nunca jamás seca. Eres húmeda como una llama en el vacío. Tienes un paisaje de estrellas en la boca. Me he dado cuenta de que esta noche solo me apeteces tú. Y todo el aire, todos los goterones de esta lluvia nocturna (hoy hay tormenta, hoy todo está lleno de gatos), todo me desinfla. Solo me apetece un beso en la mandíbula, un saxofón triste. Y no. No, jamás los labios cerrados y el sonido del cielo. Ahora solo las nubes llorosas, solo agua sin buzos ni estrellas rotas de mar. Y a ti se te estará perdiendo la sonrisa en alguna parte, y tus manos tocarán madera y el tiempo se mezclará con la luz en el hueco de tu ojo izquierdo. Clávamelas. Clávame las comisuras de tu boca como dos agujas, dos pinchazos inalterables, irrevocables, hasta el fondo de las venas, de mí y de mis edificios interiores. Estoy aquí. Llueve, llueve como si los locos planearan la noche, llueve hasta el asco, y Tulsa me canta. He andado esta noche paseando por tu pelo/y he descubierto que cuando duermes/destruyes agujeros negros. Soy solo un punto, una gota más de agua. Pero ojalá nadarte, ojalá entre la tormenta, ojalá tus dedos de romper la grieta del cielo y salir de casa sin paraguas. Adiós, paraguas, adiós: ya no quiero salvarme de lo húmedo, soy ahora patrimonio mojado, ahora me cala este río vertical hasta el esqueleto. Y que el sol no salga si no hay chica de ojos-lluvia ni voz quebrada ni flores que se abren para ojos que no son los míos.

(hoy me siento muy peri rossi. primero vino esta lluvia,
después el ahogo de verte llover. el poema, hace un momento,
me quebró hasta los tallos de los tallos. es uno de mis
poemas favoritos en el mundo. es uno de los poemas más
tristes de mi estantería. esta nota no tiene sentido,
y tampoco lo tiene ninguna de las demás. lo sé. lo sé.
yo no tengo sentido. esta lluvia, carajo, no tiene sentido.
tú, finalmente, tampoco tienes ninguna clase de sentido.
pero te escribo. hoy te he escrito.
 sé que sabes que te he escrito.
llueve.
te reconocerás aquí dentro)

 

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