¿Qué significará el tiempo sin relojes?

martes, 10 de agosto de 2010

Confesiones.

Confieso que odio los días calurosos. Que siempre hago las cosas en el mismo orden y de la misma forma. Que no me gusta dormir, me gusta soñar; me gusta soñar y sentir que, dentro de ese sueño, dentro de mi burbuja, puedo atar una estrella y meterla en una caja de madera. Confieso que me gusta esa electricidad que tiene. Que no soy capaz de mantener el equilibrio. Que me engaño a mí misma. Confieso que siempre doy un saltito al bajar de la acera, o al final de la escalera. Que al abrir los ojos por la mañana, lo primero que hago es repasar el día anterior. Que me gusta que sean las cinco de la tarde, o las cuatro y media. Que cuando anochece me abraza la melancolía. Confieso que no puedo sentarme sin pensar en una determinada canción. Que antes de irme a dormir, siempre oigo Somewhere Over the Rainbow. Que me fijo en los pequeños detalles, siempre. Que canto cuando nadie puede oírme, o cuando estoy relajada. Confieso que no me conozco a mí misma. Confieso que me encanta tener toda la vida por delante. Que no se me da bien hablar de mí misma. Que me pongo nerviosa en las situaciones más absurdas. Que me encanta el sabor a café y el olor a vainilla. Confieso que, por alguna razón que no entiendo, me llama la atención ver a una persona suspirar. Que siempre me quedo mirando los ojos de los demás. Que la estabilidad es muy importante para mí. Que no es verdad todo lo que digo.
Confieso que hoy me siento bien.

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