¿Qué significará el tiempo sin relojes?

miércoles, 18 de agosto de 2010

Es el cuarto año, aunque pueda resumirlo en dos.

Sabes perfectamente que si pudiera, te diría adiós definitivamente. Pero no haces otra cosa que aparecer y desaparecer. Que obligarme a decir verdades que nunca deberían haberlo sido.
Y sabes que no es sana esta línea entre el cariño y el odio más teatral.
Espero que esta vez sea la definitiva y no vuelvas a hacer que vibre. Ojalá pudieras irte para siempre y, sobretodo, ojalá puedas irte definitivamente de mi cabeza.
Porque ya tengo la impresión de que ni siquiera te conozco. De que, lentamente, te has llevado un pedazo de mí y me lo has devuelto poco a poco, y con ligeros cambios en su estructura. Has conseguido cambiar -eliminar- mis pensamientos hacia ti casi por completo
Si me quieres, porfavor, si me quieres, no vuelvas. Y sé que me quieres. Me lo demuestras cada vez que vas y vienes, que me mientes para ocultarlo. Creo -sé- que yo también te quiero, pero no de la forma que los dos creemos.

No hay comentarios: