Cuéntame cómo cruzabas las nubes de norte a sur y cómo viajabas por sitios inexistentes.
Miénteme, miénteme tanto que no sepas dónde comienza la habitación sin inventártelo.
Cuéntame cómo te sentías al soñar que cruzabas el mar en un barril.
Y tendrás que embriagarme para que consiga dormir sin soñar con cristal.

No hay comentarios:
Publicar un comentario