Te dejo buscarme sólo si me traes la vida a gritos,
si compartes conmigo un par de tragos de amagura
y me prometes que al marcharte no dejarás palabras flotando en el aire.
Te dejo buscarme, pero haz el favor de encontrarme.
Y si no me encuentras grita,
que cuando se trata de tu voz el sonido conspira conmigo
y te trae siempre directo a mis oídos.
Y vuelta a empezar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario