Tristeza. Cajón. Hondo aliento, insoportable velo. Ahora reptan dos ojos y mi habitación es un cubo de agua. Yo no asiento. No persisto. El futuro es todo lo que bulle entre las paredes de esta casa, casa que no sostiene el tiempo. Las horas me explotan en la boca. Te fuiste: sigo durmiendo por seguir. La piedra saluda. Y la ignoro. Estoy hermética. Y triste.
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