¿Qué significará el tiempo sin relojes?

jueves, 1 de noviembre de 2012

Cuando cambia y es igual.


Y de repente, todo cambia, como si el mundo se diera la vuelta. Todo empieza a fundirse y después se separa y, aunque la apariencia sea la misma, sé que todo es diferente. Lo oscuro se vuelve claro y viceversa y, por un instante tan corto como una batida de pestañas, pienso que sólo ocurre la mitad y que gano yo. Pero -nunca sabré por qué- lo oscuro vale, aunque sea sólo la mitad. Así, mi vida en negativo va cobrando sentido y se asienta todo de nuevo, engañándome, zarandeándome y enganchándome de nuevo a lo que siempre tuve que ignorar. Y me quedo yo colgada, atrapada como siempre y nunca a la vez en los alambres de lo que me rompe las ideas en pedacitos, me vuelvo otra vez de papel cebolla y, deseando convertirme en hierro, espero. 

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Si te volvieras papel cebolla, no se que pasaria con tus labios.

Caótica dijo...

Un aplauso para Daniela.
xDDDDD .l.

Anónimo dijo...

Gracias, gracias. Pero no debiste revelar mi identidad. Habran consecuencias.

Caótica dijo...

Bleh, y a mí qué?