¿Qué significará el tiempo sin relojes?

sábado, 17 de noviembre de 2012

Sólo yo.






No hay salida. No hay luz al final del túnel. No hay señales. No hay ovillo, ni siquiera hay Minotauro. Sólo yo y mi laberinto, mis piernas temblorosas y el miedo a la soledad.
No hay compasión. No hay unidad. No hay futuro. Y lo entiendo simplemente porque no tengo ganas ni tiempo de cuestionarlo. Sólo yo y rosas secas que conservan sus espinas. Hace tiempo que dejó de haber estrellas y se me encogió la esperanza.
No hay orgullo. No hay calor. No hay camino. No hay nada. Sólo yo, que ya he dejado de correr y me limito a existir sin nada que me sostenga y se convierta en el centro de mi Luna.

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