¿Qué significará el tiempo sin relojes?

lunes, 22 de diciembre de 2014

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Ya no creo en los espejos. A todos los tomo por mentirosos. Me voy de ellos. Quién es capaz de decirme que ahí, donde sólo se ve mi cara, estoy yo. Si me miro veo un rostro. Sólo veo a alguien. Pero yo no sé si ese alguien está pensando, o si le duele el estómago o tiene inquietudes metafísicas. No lo sé. Y lo que a mí me distingue de los demás, lo que me hace saber que yo soy yo, es precisamente eso. Que me veo en lo que pienso. Y los espejos, qué cosa. Sólo una mujer.
Renuncio. Yo no soy lo que veo. 
Y ella tampoco merece que la obligue a ir por donde iría yo.

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