¿Qué significará el tiempo sin relojes?

lunes, 17 de septiembre de 2012

Bleh.

Recuerdo perfectamente aquellas noches. Te alojabas en mi cabeza mientras intentaba dormir, te hacías un pequeño hueco en mi mente y me llenabas de recuerdos no muy lejanos, alegría presente y planes de futuro. Me hacías pensar que eras un pequeño cúmulo de esas tres cosas: un pasado dulce, un presente efímero y un futuro alegre. Qué ironía, porque recuerdo que una vez me dijiste que yo era un cúmulo de las cosas malas que te habían pasado en la vida. Tú mi supuesta vida y yo lo malo de la tuya.
Ahora tengo la cabeza vacía en esos momentos. Muchas veces, en los momentos malos, deseé no pensar en nada y conseguir así evadirme del mundo, pero no es tan dulce como yo creía. No me gusta concentrarme solamente en que tengo los pies fríos. Me parece una estupidez y, además, no me gusta que hayan recuerdos allí donde antes hubo sentimientos. Tal vez por eso me guste eliminarlos.
Dime, ¿en qué voy a pensar ahora cuando me esté quedando dormida? No me quedan más finales felices que inventar.

(...tal vez sólo sirviéramos para eso,
¿no? Ojalá...)

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