Propongo algo: cuando el tiempo nos dañe y nos obligue a correr detrás de él, a esperarle, a dejarle robarnos o a quedarnos muy quietos, hagámosle daño; vamos a romperlo. Rompamos las cadenas que nos unen a él y nos causan esa dependencia. Vivamos a nuestra manera, sin depender de un futuro y muchísimo menos de un pasado... a no ser que decidamos vivir para siempre en él.
Las mejores historias son las que hablan de lo que no cuentan, ésas que tienen otras letras impresas en los márgenes y entre los huecos de los renglones. Las mejores historias son las que dejan rendijas, grietas pequeñas por las que descubrir qué es lo que se mueve dentro de todo.
¿Qué significará el tiempo sin relojes?
miércoles, 26 de septiembre de 2012
Tiempo de mierda.
El tiempo es tan caprichoso... Cuando necesitamos que se pare, corre. Cuando necesitamos que corra, se para. Cuando necesitamos quedarnos para siempre en cierto instante, nos aleja de él, nos lo quita. Cuando necesitamos dar un salto en él y avanzar muy deprisa, nos deja estáticos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario