¿Qué significará el tiempo sin relojes?

viernes, 19 de octubre de 2012

Cabecita rota.



¿Podré yo -este ser irracional e impulsivo- llegar a ser alguna vez como quiero? Llegar a sentirme feliz por mi propio pie, llegar a tener siempre la maldita sonrisa contenida en la cara. Que llegue un punto en el que nada me afecte de verdad, no por mi coraza, no por fingirlo (me estoy convirtiendo en una actriz de primera con esto, por suerte o por desgracia), no por convencerme a mí misma de que todo va bien. ¿Podré yo -sin dejar de ser tan irracional e impulsiva- llegar a ser una de esas personas que crean su propia felicidad desde cero?
Esta vez no acepto un no lo sé. Me exijo un sí. Voy a machacarme y a luchar conmigo misma hasta conseguirlo, aunque, sin duda, no haya lucha más dura que la que se tiene con uno mismo.
¿Podré yo -agridulce y con el mismo desorden en la cabeza- llegar a sentirme plena, feliz y realizada?


(Sí)


Y el plan es: darle patadas al pasado y oportunidades al presente.
¿El futuro?
Importará en su momento.

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