¿Qué significará el tiempo sin relojes?

miércoles, 28 de julio de 2010

Materia de los sueños.

Me gustaba ver como el sol se iba y dejaba paso a la luna. Varias veces me había hecho calificar a todas las personas importantes de mi vida como sol, o como luna. Y otras veces, menos, muchas menos, intentaba calificarme a mí misma. Supongo que si tuviera que elegir entre ser sol o luna -luz u oscuridad, pesimismo u optimismo- cogería un pedazo del sol y un pedazo de la luna, y los pegaría con celo para fabricarme a mí misma.
También la luna -no, la noche- me suele hacer reflexionar sobre sueños. Si los sueños estuvieran hechos de alguna clase de materia, tus sueños serían de color azul envolvente, y los míos de un azul verdoso -o de un verde azulado, tal vez-.
Creo que si el universo estuviera tejido de la supuesta materia de los sueños, existiría un astro intermedio, ni sol ni luna, para las personas como nosotros. Pero también me gusta pensar que eso es demasiado rebuscado, puede que demasiado obvio. Punto intermedio, ¿no es mejor imaginárselo?
Creo, que la materia de la que están hechos mis sueños está más lejos de lo adecuado.

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