¿Qué significará el tiempo sin relojes?

viernes, 21 de agosto de 2015

hoy solo quiero decir


Desnúdate. Ábrete. Mírate. La cara, los ojos, la boca. Mira cómo te miras. Tus ojos de estudiarte, tu boca de no hablarte. Vas a llevar la vida por el grumo. Vas a cortar las tazas y a tasar afectos. Querrás partirte. Puedes hacerlo. Sabes tu eje. Lo acaricias. Acarícialo. Todos lo miran, lo miran siempre. No puedes sentarte a llorar sin que te estrujen. Eje, terror. Globo terráqueo, tu ecuador y tú ecuador: no das vueltas, no te mueves, y no estás quieta. Escúpete. Mira, mira. El cuello y los pezones y el vientre. Los muslos y el ombligo y el sexo. No busques la frase que te haga respirar. No busques palabras, solo observa. Como si te conocieras. Como si fuera un hola qué tal dos besos convencionalismos. Puedes partirte los huesos. Arrancarte la piel. Sacarte los ojos. Sangrar. Gritar. Puedes masturbarte. Besar el espejo. Cantarte. Girar. Un trompo, trompo de eje invisible, la Tierra. Es el punto, ser desnudo. Es el punto de decidir cómo, qué botón vas a pulsar. Si te quieres, si te odias, si te toleras. Si te das a luz y eres otra. Si no, si no. Mírate. Hazte. Recomienza así, recomienza.


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