Mujeres, mujeres que sangran, sangre que provoca un maremoto, maremoto rojo y violencia y noches con los ojos abiertos y el desgarro y el rechazo de un cuerpo material y espiritual que va más allá. Más allá de la mano que aprieta y que golpea y de los ojos que miran en la calle y las bocas que hablan y se muerden y mujeres de boca reventada y silenciosa.
NO
NO
NO
El amor es lo opuesto a esa rotura.
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